miércoles, 6 de julio de 2011

Gracias por llegar Julio y traer a "Los Caballeros de la Cabra"

Julio, calor y verano.
Mes de planificar las "holidays" y de ver el tour gabacho, es decir, mes de ilusión por la vacances y de que unos tios dando pedales te quiten el sueño.
Y no quitan el sueño por preocupación, sino por devoción. ¿Cómo un tío sube ese Galibier después de llevar dos semanas haciendo diariamente 200km? Pues no lo sé.
Los ignorantes pensarán que gracias al doping, cuando en muchos deportes mayoritarios no hacen controles en busca de EPO, por ejemplo(Al final, el modelo americano de mirar hacia otro lado mientras haya espectáculo nos está poco a poco invadiendo http://www.marca.com/2011/03/11/futbol/1adivision/1299856948.html)
Quien crea que es por dopaje, le invito a que se jarte de ventolín (el ventolín si no está justificado, es doping), y hagáis un tour a 40km/h de media. Posiblemente al tercer día tendréis las piernas más dura que la piedra del gallo. Porque si éstos deportistas lo hacen, es sólo por una cosa, por la fortaleza mental. Son grandes.
No hay deporte más duro, aquí no existen los isquitotibiales ni los gemelos, sólo mirar pa´lante y tirar con el corazón en la boca. ¿Conocéis a algún ciclista que se retire por lesión del tour a no se que se haya partido la clavícula en tres partes en una caída?

Y como vamos a hablar de éste bendito deporte, aquí os dejo mi bendito homenaje.

Entre los grandes ciclistas, hay grandes leyendas e históricos.




Uno de ellos, el Pirata Pantani. Con su pañuelo en la cabeza y su cara de loco, subía con la bicicleta como si llevara atrás a los seis toros escapaos de San Fermín. Siempre que estaba en forma, daba al menos un día de gloria, de gloria bendita.
El aguantaba y aguardaba su ocasión. Era un cazador,  ya que sabía el momento exacto para cambiar de piñón y sacarle en meta dos minutos al segundo. Siempre igual, esperaba, se escondía y cuando los otros más se retorcían, él explotaba.
Al final, no supo encontrar el camino y como loco que era, falleció más pronto que tarde.

Otro era el Chava Jiménez. Jose María Jiménez ciclista nacido en El Barraco y fallecido de paro cardiaco.
Irregular y estrella. Todo el aficionado al ciclismo quería a El Chava. Podía hacer un carrerón, que igual la pájara del siglo. Pero es que cuando apuestas a subir a morir, o mueres en meta o mueres a medias y como los valientes, o llega y hace historia o muere en el intento.
No alcanzó la gloria deportiva como se merecía, pero se le apreciaba como si hubiera ganado tres tours.
Como tantos otros retirados, falleció más pronto que tarde.

Ésto es el ejemplo de la grandeza de éste deporte y de éstos dos deportistas:
http://www.youtube.com/watch?v=2c7R5hV0hFw

Lloviendo, frio, 2000m de altitud... y sin mirar atrás.
Hay que estar un poco loco para dedicarse a ésto. Demasiado sacrificio y sufrimiento pasa factura y por ello, algunos acaban como acaban.


Pero no todos fallecen gracias a Dios.

Entre nosotros está por ejemplo don Pedro Delgado.
El comentarista de oro del Tour. Un señor ganador de tours que perdió el de 1989 por un despiste.
El despiste fue que llegó dos minutos y medio tarde a la salida del prólogo. Eso lo encadenó al fracaso.
Imagínense llevar toda la vida entrenando para una cosa y por un despiste perder esa cosa.
http://www.youtube.com/watch?v=TsYXV6xAWbI
Sus comentarios es una enseñanza dogmática. Es capaz de ver el ritmo del ciclista y decirte el plato y piñón que lleva.
Él fue la antesala al mejor de la Historia, Induráin. Y como gran deportista, supo dejarle su sitio.

Otro grande, Claudio Chiapucci el diavolo.
Italiano y eterno segundón de Miguelón.
Todos los años igual. Escapada desde el principio a por la etapa y por la general, pero todos los años acababa igual, Banesto a ritmo, rompía la escapada.
Ejemplo del ciclismo que se ha perdidol el de la escapada lejana y en solitario, sin pinganillo, el de la valentía y del descontrol.

Por último, otro español, Fernando Escartín.
Estandarte del desaparecido Kelme y famoso por el extremo sufrimiento que era capaz de tener en la carretera cuando picaba hacia arriba.
Durante los noventa, en la montaña siempre se esperaba que estuviera en el quinteto de cabeza. Pequeño, delgado y con una nariz "singular", era fácilmente reconocible en el pelotón.
Era la época de oro del ciclismo español, donde entre los diez primeros del tour de francia había hasta 5 españoles.
Grande Fernando entre los grandes.


De San Miguel Induráin y de San Lance Arsmtrong no voy a hablar aquí, ya que cada uno de ellos merece una entrada para ellos sólos.  Además de por sus triunfos, se lo merecen porque son un ejemplo.


Tras éste humilde homenaje a los "Caballero de la Cabra", ésta tarde nuevamente veré por la tele el Tour.
Hoy etapa llana, propicia para Cavendish, pero también tendrá su emoción al final.
Espero que haya emoción, ataques en montaña, grandes contrarelojes y nada nada de dopaje.
Pero sobre todas las cosas, espero que Contador gane el tour en el último minuto y que el segundo sea un gabacho, asqueroso, maleducado e irrespetuoso.

Los españoles, para ganar algo, no tenemos que nacionalizar a media África como hacen los franceses en los mundiales de Fútbol o Baloncesto.




Fdo. Antonio Carlos Moreno
¿Por qué suben esa montaña? Porque simplemente, está ahí para subirla.